El mundo del juego es conocido por su ostentación y glamour, pero también ha sido testigo de una serie de escándalos en el transcurso de los años. Si te divierte jugar a los casinos online, seguro que te interesará conocer algunos de los escándalos más impactantes que han sacudido la industria hasta sus cimientos, desde trampas y atracos hasta misteriosas desapariciones y mucho más.
La desaparición de George Jay Vandermark
En los años setenta, cuando la ciudad de Las Vegas era un centro neurálgico de la mafia, un supervisor de máquinas tragaperras llamado George Jay Vandermark desapareció sin dejar rastro. George estaba involucrado en una trama ilegal, ayudando a sustraer más de 7 millones de dólares de las máquinas tragaperras por encargo de la mafia. Durante una redada realizada en mayo de 1976, la Junta de Control del Juegos de Nevada (NGCB) logró destapar la trama. George consiguió huir del casino antes de que lo detuvieran. La realidad era que no sólo había estado tomando el pelo al casino y a sus propietarios, sino que también había estado mintiendo a la Mafia, afirmando que solo había sustraído 4 millones de dólares y quedándose con 3 millones de sus «ganancias», algo que obviamente no gustó a los jefes.
En su afán por encontrar a George, la NGCB se puso en contacto con su hijo, Jeff, que afirmaba que su padre había huido a México. La junta insistió en que proporcionaría protección a George a cambio de información sobre la mafia. Jeff aceptó transmitir el mensaje en su nombre. Más tarde le dijo a la junta que su padre había accedido a entregarse y aceptar su oferta; pero, apenas unas horas después, Jeff fue encontrado asesinado dentro de su apartamento, un asesinato que sigue sin resolverse hasta el día de hoy. Nunca se encontró a George, aunque se dice que algunos le vieron en Phoenix en los meses siguientes a la muerte de su hijo. Mucha gente cree que fue localizado, asesinado por los mafiosos y enterrado en el desierto. Nunca se ha encontrado su cuerpo ni ningún otro rastro de George.
El Escándalo de los Chicago Black Sox
Las apuestas deportivas son muy populares en el mundo del casino en línea, incluso tanto como los juegos de casino online, como las tragaperras y los juegos de mesa. Lo que algunos jugadores no saben es que lo lleva siendo desde mucho antes de que existiera internet. Por desgracia, también es una actividad que se ha visto envuelta en trampas y escándalos en el pasado. Tomemos como ejemplo el escándalo de los Chicago Black Sox.
En 1919, el equipo de los Chicago White Sox estaba en su mejor momento y había conseguido llegar a las World Series junto a los Cincinnati Reds. Sin embargo, los jugadores de béisbol estaban muy mal pagados a principios del siglo XX, por lo que algunos miembros del equipo se unieron para ganar algo de dinero extra de forma sucia. Como es lógico, la mitad de los jugadores se opusieron a esta idea, lo que provocó que el equipo se separara en lo que desde entonces se conoce como los «White Sox» y los «Black Sox». Los «Black Sox» estaban formados por ocho de los jugadores que se encargaron de que los Reds ganaran las series a cambio de un pago de un colectivo de mafiosos.
El escándalo salió rápidamente a la luz y todos los «Black Sox» participantes fueron acusados. Más tarde fueron absueltos tras la sospechosa desaparición de las pruebas, pero a pesar de la absolución, los ocho jugadores fueron suspendidos de por vida del deporte.
La secuencia de código alterado secreta
En la década de los 90, un ingeniero de software llamado Ron Harris trabajaba en la Junta de Control del Juego de Nevada como redactor de programas informáticos antifraude cuando decidió que prefería la idea de «hacerse rico rápidamente» a ganarse la vida honradamente.
Así pues, procedió a manipular algunos de los algoritmos codificados de las máquinas (30 máquinas en total) programando una secuencia secreta que podía activarse deliberadamente para desencadenar botes masivos en las máquinas amañadas. Con el paso de los años, Ron acogió a unos cuantos socios y consiguió reunir un par de cientos de miles de dólares antes de que su deshonestidad fuera descubierta durante una sesión de juego en Atlantic City.
Ron Harris fue acusado de hacer trampas en las tragaperras y se declaró culpable en 1996, lo que le supuso una condena de siete años de prisión. Desde su puesta en libertad, a Ron se le ha prohibido la entrada a todos los casinos y sigue ostentando el título de ser uno de los ladrones de casinos más ilustres de la historia del juego.
Richard Marcus y la prestidigitación
Si se investiga sobre los mayores escándalos de fraude en casinos de todos los tiempos, se verá que la mayoría de ellos implican un profundo conocimiento del software y la tecnología. Pero en el caso de Richard Marcus, todo lo que se necesitó fue un juego de manos bien practicado en forma de «past-posting» (hacer una apuesta tardía sin ser detectada después del corte de apuestas).
Tras mudarse a Las Vegas en la década de 1980, Richard no tardó en encontrar un trabajo como crupier en un concurrido casino. Disfrutó mucho aprendiendo todos los entresijos de los juegos de mesa del casino, como el blackjack y el baccarat, e ideó rápidamente formas ingeniosas de engañar al sistema. Practicó la habilidad de cambiar rápidamente las fichas de baja denominación por las de alta denominación en los casos en los que estaba claro que había ganado, una habilidad que puso en práctica en varios casinos de Las Vegas y que le hizo ganar millones de dólares durante 25 años.
Richard nunca fue condenado por ningún delito y conserva todas sus ganancias hasta el día de hoy. Sólo que ahora trabaja como asesor de protección de casinos.
El atraco al casino Horizon
El atraco que tuvo lugar en el Horizon Casino de Mississippi en 2003 es posiblemente uno de los más sonados de la historia. En la madrugada del 9 de noviembre, un hombre enmascarado con una pistola obligó a un empleado a concederle el acceso a las instalaciones, tras lo cual se acercó a la caja y exigió el dinero, amenazando con detonar dos bombas que decía haber colocado dentro del casino si se negaban a su «petición». A continuación, el ladrón se dio a la fuga con una cantidad estimada de 60.000 dólares.
Suena bastante simple, pero el problema es que el hombre hizo todo lo posible para asegurarse de que las autoridades no lo atraparan, asegurándose de mantenerlos ocupados mediante una falsa amenaza de bomba en otro casino a solo 6 kilómetros de distancia y provocando un incendio en una escuela primaria cercana pocos minutos antes de cometer el delito. De este modo, el atraco, intrincadamente planeado, sigue sin resolverse hasta el día de hoy.
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